Emil Holub: un checo en África
Chequia es un país de artistas, pero también de aventureros; es una nación de viajeros osados y soñadores. Emil Holub –el célebre explorador– fue uno de ellos. Y de él es la historia que contaremos en las siguientes líneas
Holub, de profesión médico, fue también explorador, cartógrafo y etnólogo. Nació el 7 de octubre de 1847 en la localidad checa de Holice. Desde niño anhelaba viajar a África, a ese fascinante, misterioso y exótico continente, lleno de tantas bellezas impresionantes como de temibles peligros. Cuando tenía trece años pudo conocer del famoso explorador escocés David Livingstone a través de su libro. Y eso, sin duda, lo motivó.
El padre de Emil fue también médico y, la verdad, no contrarió los sueños de su hijo, aunque sí le impuso una condición: que también él estudiara medicina. Emil, a quien definitivamente no intimidaban los desafíos, siguió la indicación y en 1872 culminó la travesía académica en la Universidad Carolina en Praga (Univerzita Karlova v Praze).
Cumplida la misión, poco tiempo después, se fue a la Ciudad del Cabo (Kaapstad), en la hoy Sudáfrica. Allí se estableció, cerca de Kimberley, y se dedicó a la medicina con un fin muy preciso: obtener recursos económicos para emprender su primera expedición al interior del África.
Pasados ocho meses, acompañó a los cazadores locales en una expedición que duraría 60 días y que le permitiría empezar a formar una gran colección de muestras naturales.
Siete años duró su primera estadía en África y sobre ello escribió un libro que redactaría más tarde, luego de regresar a Bohemia hacia 1879: Siete años en África del Sur (Sieben Jahre in Süd-Afrika). Durante ese tiempo realizó tres expediciones. Pero una de ellas –la última– sería especial, pues lo llevaría al lugar de sus sueños infantiles, a la zona del río Zambeze, a las Cataratas de Victoria que había conocido a través de Livingstone.
Emil Holub, a lo largo de sus viajes y recorridos, recogió muchos materiales de valor científico y útiles para la biología y la etnografía. También elaboró el mapa de los alrededores de las Cataratas de Victoria, que fue uno de sus grandes aportes.
A su regreso a Bohemia, no solo escribió el libro mencionado, tal como se apuntó, sino que también se casó. Junto con su esposa Růžena, por lo visto también con temple para la aventura, partió en 1883 a otra expedición africana. La ruta prevista pasaba por toda África, desde la Ciudad del Cabo hasta Egipto. Un viaje tremendo y, como es de suponerse, lleno de azares.
La expedición fue dura y una desgracia tras otra acontecieron. Varios miembros de la expedición perecieron y el regreso definitivo en 1886 aceleró también un peligroso enfrentamiento con los aborígenes. Así, los esposos Holub ya no volvieron a África, amada desde siempre, debido a las consecuencias del último periplo.
El explorador terminó estableciendo una nueva residencia en Viena, donde pasó los últimos 15 años de vida. Allí trabajó con los materiales de sus viajes, ofreciendo conferencias y organizando exposiciones. Finalmente, falleció en la Viena autrohúngara el 21 de febrero de 1902, luego de complicaciones a consecuencia de la enfermedad de malaria.
Autor: Rafael Rincón – Urdaneta Zerpa
¿Quiere saber más acerca de la vida y del trabajo de Emil Holub? Hay muy buen material en el Museo Africano del Dr. Emil Holub (Africké Muzeum Dr. Emila Holuba), ubicado en su pueblo natal, Holice.
Fuentes consultada: Czech.cz y Africké Muzeum Dr. Emila Holuba