HISTORIA FAMILIA JINDRICH KŮLLER

 

JINDRICH KŮLLER, MI ESPOSA E HIJOS

   Nací cuando el país checo se llamaba Bôhmen und Mâhren (Bohemia y Moravia) y estaba ocupado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.  Mi padre tenía una fábrica de muebles en una pequeña ciudad Žebrák a 45 Kms. de Praga, camino a Pilsen.   En 1948 la fábrica fue expropiada cuando llegaron al poder los comunistas.

    En 1950 a los 6 años empecé a ir al colegio hasta 1958.   Quería seguir estudiando, pero no se me permitió por no estar activo en las organizaciones de la juventud socialista. Me empleé en una cooperativa de consumo como vendedor de mesón y empecé a estudiar en forma vespertina.    Estudié contabilidad y otros ramos relacionados.  Sabía el idioma ruso que era obligatorio y me escribía con una amiga rusa para practicar el idioma.  También empecé a estudiar inglés en forma particular.  La amiga rusa se escribía en inglés, con una amiga en Chile.  Me dio su dirección,  le escribí y envié una foto mía y le gusté.   Ella también me envió su foto y me gustó.  

    A los 19 años tuve que ir al Servicio Militar en aviación, por 2 años y 2 meses.   Cuando volví en 1965,  tenía 21 años y quería «conquistar el mundo»!   Me seguía escribiendo con Carmen, así se llamaba la amiga chilena.   En el año 1968 los soviéticos ocuparon Checoslovaquia para poner fin al movimiento político llamado «Primavera de Praga».    Mi amiga chilena me escribió que si no me sentía muy cómodo en el país ocupado, que me fuera a Chile.   Le conteste que eso no era tan fácil porque no estaba en condiciones de costear el viaje en avión.  Ella contestó que eso no era un problema, que ella podía pagar el pasaje.  A la vuelta de 3 semanas recibí un telegrama de la línea aérea sueca SAS  que tenía pagado un pasaje de Praga a Santiago.  No espere más tiempo y partí a Chile.   Acá me esperaba Carmen con su padre y me llevaron a Viña del Mar donde vivían.   Era Septiembre, todo estaba floreciendo y me gustó mucho el ambiente.   Empezamos a pololear y ella me empezó a enseñar castellano, porque necesitaba conseguir trabajo lo más pronto posible.   Conocí a un compatriota en Viña, se llamaba Vaclav Filipek y él me contacto con la Colonia Checa en Santiago.   Allá conocí a la señora Klara Kafka (sobrina del famoso escritor Franz Kafka).   Ella me presentó a un empresario español (Sande) quien me dio trabajo.   La empresa era representante de varias firmas checoslovacas de máquinas y herramientas.  Allí trabajé hasta el golpe militar en Chile en 1973.     Checoslovaquia interrumpió relaciones diplomáticas y comerciales con Chile.   La empresa no quedó en muy buen pie y yo tuve que empezar a buscar otro trabajo.

     A la vuelta de 2 años, después de llegar a Chile, me casé con Carmen y tuvimos 2 hijas y 1 hijo. 

Encontré un  nuevo trabajo con un compatriota (Otto Bodis), era importador de artículos médicos.  Tuve que empezar a viajar por todo el sur de Chile, desde Rancagua hasta Punta Arenas.  Me ausentaba mucho de la casa.  En esa época ya tuvimos una pequeña casa propia y un auto. Nos fuimos a vivir a Concepción.

     Me pensioné a los 65 años.   Actualmente tengo 80 y me dedico a la filatelia. Soy activo en un Centro Filatélico,  donde soy tesorero y abastecedor de sellos de todo el mundo.

      Esta es, en resumen, mi vida.  Hice 4 viajes a la República Checa con mis hijas, para que conocieran a su tía,  mi hermana 6 años mayor que yo y  conocimos la casa donde nací y la pequeña ciudad donde me crié y me eduqué.

      Esta es mi historia.

Jindrich Kůller